viernes, 21 de marzo de 2014

Mensaje en una botella para mi suegra

Mensaje en una botella para mi suegra

            Estaba deleitándome con un vino de Navarra cuando sonó el teléfono. Me pasó el inalámbrico y me dijo: es mi madre. Dice que ha encontrado una botella con un mensaje tuyo… En otras circunstancias - enunciarlas resultaría prolijo y, calculo yo, así a ojo de buen cubero, inapropiado-, no digo que no me hubiera sorprendido, pero no, es más, fingí que me sorprendía, tanto y tan bien que mi mujer tuvo por fuerza que notar mi sorpresa y es posible que sopesara acertadamente el grado de fingimiento que emanaba de tal actitud porque me miró como sólo ella sabe. Tal astilla, cuña de la misma madera. Anda, dile que no estoy. Pero ni siquiera recuerdo haber alcanzado a pronunciar en voz alta tan sabias palabras. Con el vasico en una mano y el auricular en la otra escuché la voz de ciertopelo de mi suegra, un aria brava. A ver, a ver, pero el mensaje… qué dice. No hubo forma de hacerle entender a la buena mujer mis rectas e inocuas intenciones, tuve que girar el teléfono, aspersor de improperios, para seguir disfrutando del vino. A todo esto a mi mujer la vena del cuello, como que se le iba hinchando, así. Cariño, prueba el vínico, le hice un gesto con el vaso y un guiño. Trae, trae, que te conozco, y cogió ella el teléfono. Habló un poco con su madre y, digo yo que se enteró. De todo. Después colgó. A ver, dijo, desde cuándo eres tú poeta. Porque también se había enterado de lo de los versos y de que la mejor botella de mamá, la que guardaba para una ocasión, debía tener un agujero, o era que se rezumaba, porque quedar, quedar, dentro no quedó ni gota, ni mojarse pudo el papelico. Poeta no soy, que lo copié de no sé dónde porque me hizo gracia, a ver si nos entendemos.

No me veo yo con fuerzas
para llegar al invierno
así que, si no es molestia,
prefiero irme con tu yerno.

            Firmado: El vino.

 Me serví otro vasico del escanciador. Qué bueno está. Mujer, pruébalo.
Ella en jarras.
Oye, tú, este vino no será el de mi madre…
Qué va a ser, qué va a ser… además, que no soy curioso.