La
infancia espera
con su
sabroso acecho
en cada
grano.
En las noches de luna
recolectan las hadascomo si fueran perlaslos frutos del majuelo.Con ellos alimentanlos sueños de los duendesque guardan el secretode la puerta que llevaa los remotos mundosdonde todo es posible.En las noches de lunalos zorros, encelados,tratan de hacerlo suyorobándoles el almade las drupas maduras.Y se calla la lunamientras esparce platasobre las sombras grisesque habitan los caminos.