viernes, 11 de enero de 2013

Martes Literario - Enero 2013



PRESENTACIÓN

            Nos trae Roberto Simón la primorosa reserva de un vino nuevo en odres viejos. Porque esa es la historia que encierra este romance de la moderna  “Zarandillica”, heroína donde las haya, que zahiere al Capital con pancartas colocadas estratégicamente en rotondas.

            Roberto, que se inició en aquel tan lejano 1984 con su poemario A sueño lento hierve el alma, y que, posteriormente, en 1997 se doctoró en Poética con ese maravilloso libro La tierra poseída, publica, quince años después, este delicioso romance, protagonizado por “la Juana”, alias “Zarandillica”, una especie de Quijote en versión femenina, desfacedora de entuertos y villanías, metedora de dedos en los ojos de los poderosos, y que bien podría acaudillar movimientos 15M con la poderosa y desequilibrante arma de la palabra:

   “QUE CADUQUEN LOS DINEROS
    Y LAS HERIDAS DEL ALMA”.

            Casi nada, para esta sociedad que sólo se mueve al ritmo vergonzante de los mercaderes.

            La Juana, tan “Maja” como “Maga”, “erudita hortelana”  y moderna “diseñadora”, con teléfono móvil incluido, burla por igual a rojos forales que a verdes civiles, gracias a su cualidad metamórfica de convertirse en lagartija.  Y ella sigue a lo suyo,  reivindicando valores con su acción, no con la teoría que otros predican para luego hacer todo lo contrario:

   “QUE FALLEZCA EL EGOÍSMO
    Y LOS ANHELOS DE PLATA.
   COMPARTAMOS LA EXISTENCIA
   SIN DESIGUALDAD NI FARSA”.

            No es de extrañar que  “Zarandillica”, esa guerrillera de la palabra, sea tenida por el pueblo como su salvadora, elevándola a la categoría de mito, solidarizándose con ella  e identificándose hasta el punto de que:

         “Y cientos de ciudadanos
         y miles de ciudadanas
         lucen en sus camisetas
         la frase: YO SOY LA JUANA”.
            Siempre fiel  a sus ideales,  como una profeta-poeta de la palabra y de la no violencia, no cambia ni siquiera cuando el amor o el dinero llaman a su puerta; antes al contrario, su casamiento con un letrado, sirve para cimentar juntos sus deseos de justicia social:

         Al pobre le ofrecen todo
         y al rico cobran sin falta.
         Y en el día a día dan
         clavelinas de sus almas.

            Bienvenido sea este romance épico, tan inusual como necesario, en estos tiempos en que la injusticia social es más que patente, cayendo el peso de la crisis sobre los más necesitados para que los ricos sigan siendo más ricos.

            Un claro ejemplo de que la Ética y la Poética, como predicaba Francisco Pino, deben ir siempre de la mano.
José Javier Alfaro


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 Roberto Simón Romano 
Murchante, 1960. Miembro fundador del Colectivo Paretón de Murchante, en cuya revista, “Paretón” fue colaborador entre 1983-87. Colabora en diversas publicaciones y ha publicado los poemarios “A sueño lento hierve el alma” y “La tierra poseída”. Finalista del premio Ciudadela en 1993, 1994 y 1995. Ganador del Premio de poesía “Villa de Cadreita”.

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