domingo, 7 de julio de 2013

Una piedra diferente



       Es, de verdad, una piedra diferente. Recorriendo un barranco me llamó la atención. Sobre todo porque parecía fuera de lugar, no sé, como si aquel no fuera su sitio. Las piedras de estos barrancos suelen proceder de estratos y capas que han sufrido una ligera metamorfosis. Eran arcillas y la presión las convirtió en una piedras que suelen ser de fácil erosión. Sobre todo por el efecto de las aguas.

       Pero esta no. Tuve que cavar un poquito alrededor porque se hallaba incrustada sobre el lecho del barranco. Y aún resultó ser más distinta. Una parte está recubierta de una capa de cantos, de piedras irregulares. Esas piedras se hallan fundidas en la parte de contacto con el resto de la piedra principal.
       Yo creo que es una roca magmática. Lo doy casi por seguro. Pero qué hace una roca así en un lugar como éste. He recorrido montones de barrancos y no me he topado con nada parecido. Ni de lejos.
       Es una piedra distinta y su superficie presenta unas variaciones sorprendentes. Os dejo una foto de la piedra y un par más con muestras más cercanas (macro) de su superficie.
       Si alguien puede explicarme algo...




2 comentarios:

Felipe Tajafuerte dijo...

¿En qué barranco la viste? Yo no tengo ni idea de piedras. Un abrazo desde mi mejana

Manuel Arriazu dijo...

El misterio de la piedra que no debía estar ahí ya está resuelto. Lo más probable (en opinión de Alejandro Urmeneta, el biólogo de Bardenas) es que sea una parte de algún horno de pegunteros (de la pez) que anduviera antiguamente barranco arriba. Es un barranco de Fustiñana. En fin, curiosidad satisfecha la mía...