viernes, 18 de octubre de 2013

La aurora tiene columnas de hierro



SIN RENDICIÓN


Las horas vienen y van. Caminan de mi mano
entre romeros.  Y necesito tiempo.
Tiempo que palpite mientras te miro
para ser como  quiero, después de conocerme.

Abres la puerta y el mundo te agarrota.
No se borran los lodos del  verano
y  van surgiendo miedos: entregar, recoger,
dejar todo ordenado, callar,
y encontrar el lugar al que asirse,
anudando las manos y el pensamiento.

Preciso es aferrarse a la vida con mil clavos,
mirar alrededor y hacerse fuerte.

El sol sigue siendo amargo. Y roto.
Pero hoy es  tiempo  de magmas interiores,
el instante en que creces y aspiras a vivir.

 La aurora tiene columnas de hierro.





No hay comentarios: