viernes, 21 de octubre de 2011

La lentitud de las balas (mi segundo libro)



            Mi segundo libro de relatos toma el título del primero de los que lo componen. Y su edición supuso la aparición de numerosas dudas, algunas heredadas de “Invitados”. Se solucionaron en “La lentitud de las balas” los problemas de impresión de la portada, pero no conseguí desterrar los relacionados con el cosido y el pegado al lomo. No era responsable directo, desde luego, pero me sentí como si así fuera. Es curioso también constatar que una excesiva calidad en el papel, por exceso de gramaje del empleado en la tripa del libro (a pesar de haberlo disminuido sustancialmente con respecto a “Invitados”), siguió contribuyendo a la persistencia de los problemas en el cosido y, sobre todo, en el pegado al lomo de los cuadernillos. Problema que, creo yo, no se hubiera producido de haber tenido la imprenta más experiencia en la edición de libros.  A pesar de todo, cuando lo tienes en las manos, pienso que deja traslucir parte del esmero que en él se invirtió por parte del autor y maquetador (todo en uno de nuevo, maestro armero). Pienso que quedó más que digno.
            Tampoco hay prólogo. Esta ausencia es deliberada. Deseaba (a saber si con acierto), que  fuesen los propios relatos quienes hablasen de sí mismos. Creo que lo hacen.
            La edición no está agotada, aunque no son demasiados los ejemplares disponibles en la actualidad.
            En la pestaña del inicio del blog podéis encontrar algo más de información del libro.
            Quiero decir que, con respecto a la imagen que aparece en la portada, más adelante escribiré una entrada dedicada a ella. Creo que lo merece.
            “La lentitud de las balas”, su aparición, representó la prolongación de una experiencia personal que se había iniciado con “Invitados”. Creo, sigo creyéndolo, que mereció la pena.


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